Los Videos de Peter!

27 septiembre 2007

Flema / Ricardo Espinoza



Formacion:

Fernando Rossi: bajo
Luis Garibaldo: guitarra
Pepe Carballo: batería
Ricardo Spinoza: voz

El nacimiento de Flema, por Sebastián, el baterista fundador de la banda.

Un día cualquiera fuimos con Ricky a un festipunk vaya a saber dónde. Lejos. Ahí nos encontramos con un par de pibes que yo no conocía, aunque eran de Avellaneda como nosotros: Juan Fandiño y Fernando Cordera. Pelos parados de colores, camperas rotas y pintadas al aerosol: A con circulito, etc. Juan le contó que tenía una banda: Flema. Él tocaba la guitarra y Fernando cantaba. Había un baterista de Belgrano, y bajista había que buscar. Pero ya tenían compuestos dos temas y todo. Y como Juan apenas sabía rasguear las bases, lo invitó a Ricky (que en Avellaneda tenía su prestigio como guitarrista) a unirse al grupo para puntear y todas esas cosas. Ahí yo dije que era el mánager de Ricky (?), así que si él entraba a Flema yo tenía que managerear. Hubo acuerdo. La semana siguiente fuimos a ensayar, en un sucucho donde el padre de Juan tenía depositada la ropa que vendía. El baterista no vino. -Este guacho... Ya es la tercera vez que falta. Y eso que es la cuarta vez que ensayamos -explicó Juan. Entonces me acordé que yo, en la primaria, siempre en los actos patrios tocaba el bombo: Zamba de mi esperanza, etc.; así que mientras se los contaba me fui sentando a la batería, cosa que en mi puta vida había hecho jamás. Tres viernes más tarde ya teníamos un repertorio de veinte temas, un bajista cuyo nombre lamentablemente no recuerdo y estábamos debutando en Gracias Nena, un lugar que quedaba por ahí (cerró poco después) con Comando Suicida, Sekuestro, Conmoción Cerebral y no sé si alguno más. Así empezó Flema. Ricky y yo nos hicimos amigos cuando el entró al Arcamendia, de Barracas, en 1985. Yo estaba en 5º, y él entró a 4º, aunque era un año y medio mayor que yo (en ese colegio descontrolado logró pasar a 5º, pero igual después lo echaron). En realidad, yo ya lo conocía desde el año anterior, de verlo por ahí en Avellaneda, donde Ricky ya era bastante famoso, antes de tener banda ni nada. No era una fama precisamente musical la suya. Era reconocido por personaje, bardero y payaso. Una anécdota (para que se den una idea): el 21 de septiembre del '85, una buena cantidad de estudiantes (?) nos habíamos juntado en Plaza Alsina (la de Mitre) en plan de ir a Villa Elisa o algo así. Eran como las nueve de la mañana; la mayoría veníamos siguiéndola desde la noche anterior. Averiadísimos. Y a Ricky no se le ocurre mejor idea que la de subirse al escenario que habían montado para el acto municipal el día de la primavera, y ponerse a hacer un show cantando a capella. Los que conocen Plaza Alsina, sabrán muy bien la cantidad de gente, familias y señoras que circulan por allí a esa hora. Bien; la cosa es que Ricky, entusiasmado por la reacción del público (la manga de descerebrados que estábamos abajo, muertos de la risa y aplaudiendo), coronó su performance bajándose los pantalones y el slip hasta las rodillas, mientras improvisaba unos pasitos de baile. Muy sexy. Así, por lo menos, debían opinar un par de policías que aparecieron de la nada, porque lo cazaron del cogote y lo llevaron a que terminase el strip-tease en la Primera, a apenas un par de cuadras de la plaza. Hasta ahí nada extraordinario: lo que nunca me voy a olvidar fue cómo a los diez minutos una treintena de enfermos/as estábamos en la puerta de la comisaría, a los gritos pelados exigiendo la inmediata presencia del Rati en Jefe. ¿Cómo van a detener a un estudiante que lo único que hizo fue una travesura en su día? ¡Liberen a Ricky! Era la toma de la Bastilla. No sé cómo no terminamos todos adentro. No me lo explico. A lo mejor el comisario venía con resaca, le dolía la cabeza y no quería quilombo. Como sea, al rato nomás por la nefasta puerta aparece el muchacho, sonriendo triunfante y con los dedos en V, como si afuera estuviera Crónica TV y la CNN cubriendo la noticia. Y marchó cargado en andas por la multitud de vuelta hasta la plaza. Increíble. Bueno: por boludeces por el estilo, Ricky ya tenía su fama en Avellaneda. En el Arcamendia, nuestra vida académica era así, día tras día: nos juntábamos (una banda) a las doce en el almacén del gallego, que nos vendía cerveza, o vino, o Gancia, o Legui, o licor, o Tres Plumas, en fin, lo que quisiéramos; cada dos meses la ley le clausuraba el local pero el viejo debía tener sus contactos en la embajada española porque a las 48 hs. ya estaba lo más orondo meta despachar. A nosotros la policía no nos jodía mucho que digamos, supongo que porque éramos muy respetuosos con la gente del barrio, con las señoras que iban con la bolsa a comprar. Nadie nos denunciaba; y eso que secamos el árbol de la veredita del almacén. De tanto mearlo, se entiende. A plena luz del día. Pero éramos buenos chicos. "Buenas tardes, doña", le decíamos a la vecina que pasaba mientras nos sacudíamos el surtidor antes de guardarlo. "Buenas tardes, joven", nos contestaba la mujer, encantada de ver semejante educación en muchachos de tan corta edad. Una vez en estado (además del alcohol, nunca faltaba algún par de fasiños para completar esos desayunos) nos dirigíamos a clase, y a la salida otra vez a lo del gallego hasta las nueve o diez de la noche. Con todas estas actividades nos íbamos forjando como seres humanos integrales, de cara al mañana que nos aguardaba. ¡Ah, qué doloroso fue terminar el secundario! En la entrega de diplomas debo haber llorado tanto como aquellas compañeras que fueron de vestidito cheto y peinado de peluquería. Debo haber llorado, digo, porque la verdad es que no me acuerdo. Por aquella época Ricky tenía una banda de black metal: Overkill. Y que conste en actas: el black metal todavía no existía. Quiero decir, si Venom, Sodom y/o Slayer ya venían tocando, lo que es acá no había ni noticias. La cosa fue así: formaron el grupo con otro notorio personaje de Avellaneda, Juan Falopa. Éste era (y hoy día debe recontra ser) una especie de esqueleto andante. Decía que era brujo satánico. Según una leyenda barrial, Juan, en su carácter de brujo de alto grado, tenía el poder de desaparecer de donde estaba y al momento aparecer en cualquier otra parte. Eso sí: podía hacerlo únicamente una vez al año. A mí, personalmente, una vez uno me contó que: Juan estaba en casa de Fulano, también estaba Mengano, se estaban tomando unos vinos, y de repente Juan se para y dice: "Bueno... voy a desaparecer". ¡Y desapareció! ¿Y dónde fue a parar? ¡Qué sé yo! Pero de ahí se esfumó como por arte de magia. Fulano y Mengano lo juran por sus madres. Totalmente convencido, me lo decía el pibe. Yo nunca entendí p or qué Falopa no usaba su don para irse a las Bahamas, por ejemplo en diciembre y volver en enero; o aunque sea, si el truco tenía un alcance limitado y no le daba el kilometraje, para evadirse de la comisaría alguna de las innumerables veces en que lo invitaron a disfrutar de la hospitalidad policial. Se ve que prefería impresionar a los amigos. Pero no pretendo que la mente de un monje infernal sea comprensible para un simple mortal como yo. ¿A qué venía todo esto? Ah, ya recuerdo: un día Ricky va al ensayo de un grupo que tenía este Juan. Por más brujo que fuera, ese día no podía afinar el bajo. No había manera. Hasta que en un momento se sacó, agarró al pobre instrumento por el diapasón y se puso a estrolarlo contra el piso hasta hacerlo cajeta. "Sabés quién me hace esto, ¿no? ¡Sabés quién me lo hace!" le decía al guitarrista, imagino que refiriéndose a Dios o a algún santo. En ese mismo instante Ricky decidió que quería a ese individuo en su conjunto. Y así empezaron. Querían hacer una onda heavy como Maiden pero oscuro como Black Sabbath y podrido y rápido como Mötörhead, y como eso no tenía nombre se les ocurrió ponerle "black metal". Sí señor: inventaron el género más o menos al mismo tiempo que Cronos en Londres, pero en Avellaneda. Claro que la repercusión, y por tanto la gloria, la tuvieron los de allá. Lo mismo de siempre. Una lástima. Si no ahora podríamos decir: el colectivo, el dulce de leche, la birome, la huella digital y el black metal. Qué le vamos a hacer, che. Así son las cosas. Desgraciadamente, con estos pioneros del satanismo no pasó gran cosa. Tocaron cuatro o cinco veces en unos antros de mala muerte y la banda se disolvió. Yo era el mánager (?). Y soy testigo: Ricky -usaba el seudónimo artístico de "Ricky the Kill"- subía a tocar pintarrajeado más o menos como ahora, en una época en que Marilyn Manson lo más loco que hacía era pispearle de coté la poronga a sus compañeros cuando meaba en el baño de la high-school. Así que no jodan.

El 31 de mayo del 2002, Ricky Spinoza se suicidó al saltar al vacío desde el quinto piso de un edificio de Avellaneda, donde estaba festejando junto a sus compañeros la edición de su último CD. Nunca quedaron en claro las razones que lo llevaron a tomar ésta decisión.

Unos meses más tarde, Fernando Rossi, Luis Gribaldo, Diego Piazza y Maximiliano Martín (la última formación de Flema) decidió seguir adelante, con la incorporación de Lucio Bonvecchiato en la voz y bajo el nombre de Topos.

Discografía:

Pogo, Mosh & Slam, 1992
Nunca nos fuimos, 1994
El exceso de drogas y alcochol es perjudicial para tu salud, 1995
Si el placer es un pecado, bienvenidos al infierno, 1997
Resaka, 1998
La noche de las narices blancas, 2000
Caretofobia II, 2001
Caretofobia I, 2001
Cinco de copas, 2002

Fuente: Rock.com.ar


Ricardo Espinoza

Ricardo Espinosa, más conocido como Ricky Espinosa (Gerli, Avellaneda, 31 de diciembre de 1966 - 30 de mayo de 2002) fue un cantante y guitarrista argentino, líder de los grupos de música punk Flema y Flemita.

Comienzos

Ricky Espinosa nació en el barrio de Gerli, en los alrededores de la zona sur del Gran Buenos Aires. Poco se conoce de sus primeros años, que probablemente fueron como los de cualquier chico de barrio. En febrero de 1981 aprendió a tocar la guitarra y poco después formo su primer grupo, que tocaba canciones de V8 y de Pappo. Con el tiempo su música se fue haciendo más pesada y a mediados de los ochenta el grupo había tomado el nombre de "Overkill" y paso de heavy metal a simplemente punk-rock.

Ricky era una persona extremadamente sensible que creía en la incondicionalidad y no así en la amistad, sus letras reflejaban una gran angustia frente a su vida personal, pero también una gran disconformidad hacia la sociedad. Asi logró tener un sin fin de seguidores que, con Flema, lo convierten en el mayor exponente del punk argentino contemporaneo.

Flema

En 1987 el grupo ya tocaba en fiestas. En este año el grupo fue rebautizado "Flema", siempre con Ricky a la guitarra, y en 1988 grabaron dos canciones para el disco Invasión 88, del cual surgieron también grupos punk como Attaque 77 y Todos tus muertos. En 1990 el grupo se disolvió y se volvió a juntar en 1991, con una formación totalmente distinta. Ricky era ahora el cantante, Fernando Rossi el bajista, Luis Garibaldo guitarrista y Pepe Carballo el baterista. En 1992 grabaron "Pogo, Mosh & Slam", a los que le siguió "Nunca Nos Fuimos" (1993) y "El exceso" (1994). Sus letras criticaban el sistema social y todo tipo de convenciones y pronto se convirtieron en uno de los grupos punk más predominantes del país. A fines de 1996 formó el grupo Flemita el cual saco dos discos: "Underpunk" (1997) y "Raro? Raro tenes el orto" (1998). Por esta época el grupo comenzó a salir en televisión, pero no llegarían nunca a ser muy masivos debido a su estilo marginal. En el 2000 sacaron "Caretofobia I" y un año después "Caretofobia II". Su estilo punk comenzaba a cambiar.

Muerte

Su muerte se produjo cuando Ricardo Espinosa y Luichi llegaron de grabar las voces para el último álbum "5 de copas". Volvían en el remis privado de Ricky, tomando alcohol fino con jugo Tang, festejando la finalización de la grabación. Llegaron a la casa de Luichi, situada en un quinto piso de un monoblock de Avellaneda. Cuando entraron siguieron bebiendo, se pusieron a jugar al Winning Eleven para Playstation. El televisor estaba situado al lado de una ventana y repentinamente Ricardo gritó "Me tiro, me tiro", Y se lanzó sin razón aparente al vacio. Otra versión de los hechos es que se había realizado una apuesta en broma de que se tiraba quien perdía el juego, aunque al parecer Espinoza tomó la apuesta en serio. Cuando llegaron las ambulancias era tarde. De todas formas nunca sabremos realmente lo que ocurrio.Quizas el cantante haya cumplido lo que adelanto tantas veces "suicidarse".Aunque lo mas probable es que haya sido un accidente ya que habian bebido alcohol fino, teniendo un alto estado de ebriedad, y quizas por esta razon perdio tan rapidamente el equilibrio en la ventana. Luego de su muerte, el resto de los integrantes de Flema y otras bandas punk locales, como Villanos y El otro yo organizaron un recital en su honor. No pudieron hacer un velatorio decente porque los dueños de la casa funebre vieron que la multitud de punks que se juntaba y decidieron suspenderlo. Tuvieron que velarlo en el patio de la casa del hermano. Hoy yacen sus restos en el pabellon verde llamado Juan XIII, en el Cementerio del barrio de Avellaneda, y todos los 30 de Mayo, una multitud se junta a rendirle homenaje.

Discografía

Con Flema:

1988 - Invasion 88(Compilado) 1992 - Pogo, Mosh & Slam 1993 - Nunca Nos Fuimos 1994 - El Exceso de Drogas y Alcohol es Perjudicial Para Tu Salud. Cuidate, Nadie lo Hará por Vos. 1997 - Si el Placer es un Pecado... Bienvenidos al Infierno 1998 - Resaka 2000 - La Noche de Las Narices Blancas 2000 - Caretofobia I 2001 - Caretofobia II 2002 - Cinco de Copas

Con Flemita:

1997 - Underpunk 1998 - Raro? Raro Tenes el Orto

Solista:

1999 - Vida Espinosa 1999 - Invasion 99 (Compilado)

1 comentario:

Anónimo dijo...

ricky sos un kpo... aguante el punk rock espinosa !!! siempre te voy a extrañar ricky... VAMOS QUE RICKI NO MURIO... SE FUE A TOMAR ALGO POR AHI !!!!!!!!!!!!!!!!

Publicar un comentario

Los Videos de Peter!