Un par de años después de la desaparición de Quinta Reunión, Claudia Morfin recibió del guitarrista Edgar Amor, un cassette con dos canciones sobre las que el ya venia trabajando (El Umbral y El Hueco en las Horas) para que ella les agregara las letras y las melodías adecuadas.
Satisfechos con el resultado, los dos siguieron creando e invitaron a otros músicos a participar en el proyecto. Mauricio Ruiz en el bajo y a Heriberto Choing en la batería. Poco después se incorporó el violín a cargo de Cesar Valderrama.
Era la época del antagonismo contra las nuevas reglas, la eterna búsqueda de respuestas, el existencialismo y la poesía de Vicente Huidobro. La muerte y la tristeza como un lenguaje, la negación y la sombra como el código y la identidad de una generación. Claudia Morfin escribía bajo la influencia de todos estos elementos mientras sus gustos musicales giraban básicamente alrededor del oscuro catálogo del sello británico 4AD. Justo ahí, en ese punto exacto, nace el concepto Nona Delichas: pop elegante de textura acústica y delicada, de atmósfera sepia y una voz que acaricia pero que no se queda; huye y regresa solo para depositarte una pequeña muerte en las manos.
Poco después vinieron los conciertos en todos los foros de Tijuana y el apoyo positivo de la prensa local no se hizo esperar.
Vino la salida de Edgar Amor y para sustituirlo Mauricio Ruiz le tuvo que ceder el bajo al nuevo integrante Sebastián Ballesteros. Heriberto tambien deja la bateria y en us lugar entra Marco Pedroza.
Llegaron las invitaciones para tocar en el noroeste (La Paz, Sonora y Sinaloa) y el centro de la republica (DF y Guanajuato).
En 1996, se incorpora Guillermo Morfin a la segunda guitarra para intervenir atinadamente con ese ingrediente despeinado que les hacia falta a las canciones. El contraste es hermoso.
Un año después sale al mercado el debut homónimo Nona Delichas (Nimboestatic, 1997) con lo cual provocan que la critica de rock y los medios especializados (La Mosca, Pulse Latino, Planeta, X, Switch, Nuestro Rock, Uno más Uno, El Financiero, Retila, La Banda Elástica, etc.) se atrevan a proponerlos sin lugar a dudas como la banda revelación mas interesante de ese año y su disco como obra básica del rock nacional. La portada es sobria, tan sugerente que se ve como se oye; árboles enredados en la luz de un amanecer triste.
Lamentablemente poco después de sacar Aires de Bocacalle (Nimboestatic 2001) bajo la producción de Fernando Corona (Sonios, Terrestre, Murcof) la banda se desintegra tras ocho años de actividad
Claudia y Guillermo Morfin vuelven a ser complices en Vía Mushgó. En el 2007 editaron su disco debút.
03 septiembre 2007
Nona Delichas
Etiquetas: Nona Delichas
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